El regalo más grande de Navidad

Celebramos con gozo el nacimiento espiritual de nuestro Salvador Jesucristo. La Navidad tiene ese gusto tan dulce y armonioso, sentir que la base de esta bendición es el amor, Dios demostró al universo que su amor para con nosotros no tiene límites, es un amor infinito, un amor sólido, un amor fiel e incondicional.

 

Vivamos el regalo más dulce, un regalo cuya envoltura es el amor, cuyo valor es nuestra salvación y cuya duración es eterna. Brindemos por todo lo alto que la Navidad ha llegado.

 

Que Dios bendiga sus hogares, familias, economía, salud. Que la paz y la armonía sean constantes en su vida. Que nazca Jesús en nuestros corazones, en cada palabra bonita, en cada gesto amable, en cada abrazo, en cada sonrisa, en cada momento de amor.

 

De todo corazón, deseo que su alma se llena de pureza y su mente de pensamientos renovados. Cada compartir debe unir familias, amigos, sentimientos. Nochebuena, noche de paz, noche de amor, noche de unión. Que los momentos gratos perduren hoy y toda su vida. Brindemos por el Niño que nace, como el diamante más fino y nos muestra que ser grande es compatible con la sencillez.

 

Dios bendiga su cena deliciosa, su regalo espontáneo, su abrazo tierno junto a la bendición de Jesús. Hoy más que nunca es momento de sonreír y disfrutar de los buenos tiempos y los mejores que están por venir. No caben discusiones materialistas, es tiempo de perdonar, de despojarse de ataduras que dañan nuestra mente y cuerpo.

 

Gocemos con libertad a plenitud este tiempo, valoremos a nuestra familia, pintémonos de colores el alma y limpiemos nuestros corazones.

 

"Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado. La soberanía reposa sobre sus hombros y se le da por nombre: «Consejero maravilloso, Dios fuerte, Padre para siempre, Príncipe de la paz»". Isaías 9, 5.

 

Deseo que disfruten de estos momentos, una Feliz Navidad para ustedes, sus familias y sus seres queridos.

 

Con afecto,

Javier