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Dios de Amores salva al Ecuador

Ecuador, el país donde nací, ha experimentado una batalla física y verbal, en donde las diferentes posturas que se contraponen, lejos de buscar la paz, han estallado en más confrontación.

 

Una parte de ecuatorianos de una u otra forma hemos dejado de ver a Jesús como el único que puede resolver las cosas.

 

Como cristianos debemos ser luz de Cristo en nuestro modo de actuar,  buscando la justicia, la paz y la verdad. Dios nos ha mostrado que estamos llamados a ser sembradores de paz y no de guerra. Jesús nos invita a buscar su Reino, solo así las soluciones a nuestras inquietudes vendrán por añadidura: 

 

"Busquen primero el Reino y la Justicia de Dios, y todo lo demás se les dará por añadidura. No se inquieten por el día de mañana; el mañana se inquietará por sí mismo. A cada día le basta su aflicción." (Mateo 6, 33-34) 

 

La vela encendida de nuestra misión como cristianos, no puede apagarse por cosas que nos alejan de Dios:

 

"Trata de esta siempre a disposición de Dios como servidor irreprensible, como un obrero que no tiene de qué avergonzarse, experto en el manejo de la Palabra de la verdad. No participes en conversaciones inútiles y extrañas a la fe, que solamente hacen progresar la ignorancia de Dios. Son doctrinas que se propagan como la gangrena." (2 Timoteo 2, 15-17a)

 

La Palabra de Dios es muy clara:

 

"Evita los deseos desordenados, propios de la juventud. Busca la rectitud, la fe, el amor, y ten buenas relaciones con aquellos que invocan al Señor con corazón puro. Pero evita las cuestiones tontas e inútiles, pues sabes que originan peleas. Un servidor del Señor no debe ser peleador, sino comprensivo con todos, dispuesto a enseñar y paciente en las incomprensiones. Reprenderá a los rebeldes con dulzura: quizá Dios les conceda que se conviertan y descubran la verdad, liberándose de los lazos del diablo que los tiene sometidos a su voluntad. Has de saber que en los últimos días vendrán momentos difíciles; los hombres serán egoístas, amantes del dinero, farsantes, orgullosos, chismosos, rebeldes con sus padres, ingratos, sin respeto a la religión; no tendrán cariño ni sabrán perdonar; serán calumniadores, desenfrenados, crueles, enemigos del bien, traidores, sinvergüenzas, llenos de orgullo, más amigos de los placeres que de Dios; ostentarán apariencias de piedad, pero rechazarán sus exigencias. Evita a esa gente."        (2 Timoteo 2, 22-26;  3, 1-5)

 

 

Añadir cosas inútiles al problema solamente agravará las cosas, solo Dios es el único capaz de solucionar nuestras dificultades. Es momento de poner nuestra rodilla en el piso y orar con fe, apegarnos a Jesús con fiel devoción. Ecuador es un país consagrado al Sagrado Corazón de Jesús. Dios jamás abandonará a su tierra, que nosotros jamás lo abandonemos. Que nuestro rumbo no se desvíe al conflicto sino que se mantenga firme en el trayecto hacia la paz.

 

Como cristianos debemos comprender que Dios nos ha dado libertad a plenitud, y esa libertad se traduce en que todos pensamos diferente, por ello debemos comprender al que opina distinto. La comprensión de la realidad de los demás nos permitirá dejar a un lado nuestra dureza de corazón. La violencia es el camino de los débiles. El amor y la paz son los caminos de los fuertes. Solo Dios nos hará fuertes en un mundo convulsionado.

 

Necesitamos gobernantes que entiendan las necesidades de su gente. Necesitamos que las personas se manifiesten pero con respeto. Necesitamos que mutuamente nos comprendamos. Necesitamos escuchar más, necesitamos diálogo fraterno.  

 

El abandono en la Voluntad de Dios es el secreto para ser feliz en este mundo. Nuestro alimento para vencer los problemas es confiar en la Providencia del Señor.

 

Dios bendiga a Ecuador.

 

 

Con afecto,

Javier

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