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Estar preparados

Estar preparados es un valor primordial en el ser humano, cuando estamos atentos y vigilantes podemos esperar el futuro con más fortaleza.

 

Día a día nos encontramos con diversas situaciones que requieren un grado de anticipación, preparación y vigilancia. 

 

Si nos preparamos para anticipar las cosas de este mundo, con mayor razón estamos llamados a prepararnos para recibir a Jesús.

 

Prepararnos para recibir a Jesús cuando se acerca Navidad es muy dulce, pero la preparación debe ir más allá, pues muchas veces las celebraciones navideñas se terminan y nuestro corazón deja de llenarse de ése espíritu de amor en los posteriores meses del año. Vivir junto a Jesús debe ser una preparación del día a día, en todos los meses del año.

 

La única manera de crecer y avanzar es llenarnos del amor de Dios, solamente así podremos tener un rechazo natural hacia el mal. Es cierto que es una tarea difícil, si fuera fácil, las bendiciones de Dios no tendrían sentido de pertenencia en nosotros, pues solo entregando nuestra vida a Dios podremos sentir como su Poder se manifiesta completamente en nosotros.

 

Las palabras de San Pablo llaman a una profunda reflexión:

 

"Ustedes saben en qué tiempo vivimos y que ya es hora de despertarse, porque la salvación está ahora más cerca de nosotros que cuando abrazamos la fe. La noche está muy avanzada y se acerca el día. Abandonemos las obras propias de la noche y vistámonos con la armadura de la luz. Como en pleno día, procedamos dignamente: basta de excesos en la comida y en la bebida, basta de lujuria y libertinaje, no más peleas ni envidias. Por el contrario, revístanse del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la carne." (Romanos 13, 11-14)

 

 Jesús nos llamó a estar preparados para su venida:

 

"Estén prevenidos, porque ustedes no saben qué día vendrá su Señor. Entiéndanlo bien: si el dueño de casa supiera a qué hora de la noche va a llegar el ladrón, velaría y no dejaría perforar las paredes de su casa. Ustedes también estén preparados, porque el Hijo del hombre vendrá a la hora menos pensada. ¿Cuál es, entonces, el servidor fiel y previsor, a quien el Señor ha puesto al frente de su personal, para distribuir el alimento en el momento oportuno? Feliz aquel servidor a quien su señor, al llegar, encuentre ocupado en este trabajo. Les aseguro que lo hará administrador de todos sus bienes." (Mateo 24, 42-47)

 

 

Disfrutemos con alegría esta preparación a la Navidad, llenemos nuestro corazón de amor comenzando en el Adviento. Son tiempos de  mucha paz y gozo. Pero que ése gozo se mantenga en otras épocas del año. El gozo y la espera en Jesús debe ser todo el tiempo en nuestras vidas.

 

 

Aquí unas preguntas para recibir a Jesús:

  • Si hoy Jesús me visita, ¿Estoy lo suficientemente preparado para recibirlo?
  • ¿Qué cosas debo quitar de mi vida para ser mejor persona?
  • ¿Qué debo mejorar en mi vida para imitar a Jesús?

Algo muy especial que podemos hacer para recibir a Jesús, es leer un capítulo diario del Evangelio de San Lucas. Son 24 capítulos, de modo que al llegar Navidad podremos entender las razones por las que celebramos la fiesta más dulce del año.

 

Pidamos a nuestra Madre María que nos ayuda a tener un corazón como el de Ella, para recibir a Jesús desde nuestro interior.

 

Con afecto,

Javier

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